Y decidí pedirle canciones a la radio
Para no pedírtelas a ti
Que el sentimiento se nos va cristalizando
Y ya no se nos oye reír.
He visto a la luna
colgarse en los tejados
de un oscuro y frío Madrid
Y me traslado a alguna noche de verano
cuando aún estabas aquí.
Se me acaban las excusas
y aún flaquean mis fuerzas.
¡Qué difícil se hace todo
dando más vueltas de tuerca!
Me desvelo en la agonía
de la falta de tibieza.
No escribo al derecho un verso
y al revés ya no me renta…
Y decidí pedirle canciones a la radio
para no pedírtelas a ti
que revolver entre las frases que creamos
me retiene en este jardín
He visto la nieve
posarse entre los nardos
mientras se escuchaba un chotis
y ver en Sol adornos, luces y regalos…
Ya no se nos oye reír.